Aunque se cree que consumir huevos aumenta el colesterol, en realidad se limita al cuerpo la posibilidad de obtener sus valiosos beneficios.
Un reciente estudio presentado en la Sesión Científica Anual del Colegio Americano de Cardiología, resaltó la importancia para aclarar el papel de los huevos en la dieta de personas con riesgo cardiovascular. También se destacó que el consumo de huevos fortificados, son menores en grasas saturadas y disponen nutrientes adicionales, sin afectar los lípidos en un lapso de cuatro meses.
Los huevos fortificados son huevos enriquecidos con nutrientes adicionales, como vitaminas y minerales, para mejorar su valor nutricional. Estos huevos pueden ser producidos mediante la alimentación de las aves con granos fortificados, lo que permite que los nutrientes adicionales se incorporen a los huevos de manera natural.
El estudio incluyó a 140 pacientes con enfermedades cardíacas o alto riesgo de desarrollarlas. Durante cuatro meses, se comparó el impacto de consumir doce o más huevos a la semana con una dieta baja en huevos en los niveles de colesterol LDL y HDL, así como otros marcadores de salud cardiovascular.
Los huevos fortificados aportan vitaminas y minerales como yodo, vitamina D, selenio, vitaminas B2, B5, B12 y ácidos grasos omega-3. Aunque el estudio no encontró diferencias significativas, se observó una ligera reducción en los niveles de colesterol HDL y LDL en el grupo que consumió huevos fortificados, sugiriendo que su consumo no perjudica los niveles de colesterol.
Los investigadores aconsejan a las personas con enfermedades cardíacas, consultar a su médico sobre su dieta. Es crucial considerar el contexto en el que se consumen los huevos, evitando alimentos procesados o ricos en grasas saturadas. A pesar de las limitaciones del estudio, se destacan posibles beneficios del consumo de huevos fortificados, especialmente en grupos específicos como mayores de 65 años y personas con diabetes.
En resumen, este estudio arroja luz sobre el papel de los huevos fortificados en la dieta de individuos con riesgo cardiovascular, mostrando potenciales beneficios que merecen mayor investigación.
Recomendaciones:
Lavarse las manos y los utensilios que entren en contacto con huevos crudos para prevenir la contaminación.
Elegir huevos limpios, intactos y sin grietas para consumo humano.
Consumir los huevos en un plazo máximo de 28 días a partir de la puesta para garantizar su frescura.
Los huevos deben estar refrigerados en todo momento, excepto durante el tiempo de cocción, y se deben consumir o refrigerar rápidamente después de cocinarlos
