La ciencia está avanzando en la modificación genética de las verduras para hacerlas más sabrosas sin perder sus valiosos nutrientes.
La reciente investigación sobre la edición genética ha abierto un debate sobre la posibilidad de mejorar el sabor de las verduras amargas, como las coles de Bruselas y el brócoli. Estas verduras, a menudo rechazadas por su amargor, son ricas en compuestos beneficiosos para la salud. Sin embargo, la tendencia actual busca modificar su ADN para eliminar los sabores amargos, lo que podría afectar sus propiedades nutricionales.
Si bien los sabores amargos son rechazados desde la infancia, se ha relacionado esta acción con una respuesta evolutiva que en cierta forma buscamos autoprotegernos contra el consumo de alimentos potencialmente tóxicos. A medida que crecemos, nuestra sensibilidad al amargor disminuye, permitiéndonos disfrutar de sabores más complejos. No obstante, muchos todavía prefieren evitar estos sabores, lo que ha llevado a los científicos a investigar métodos para hacer estas verduras más atractivas al paladar.
Uno de los métodos más destacados es CRISPR-Cas9, una herramienta de edición genética que permite eliminar genes responsables del amargor. Empresas como Pairwise han utilizado esta tecnología para crear variedades de mostaza de hoja menos amargas, mientras que Fresh Del Monte ha desarrollado piñas con un sabor más dulce. También los centros de investigación como la Universidad de Illinois, estudian los efectos de los compuestos amargos en la salud y cómo su eliminación puede afectar los beneficios nutricionales de las verduras.
Aunque estas modificaciones pueden aumentar el consumo de frutas y verduras, también se corre el riesgo de perder fitoquímicos esenciales que ofrecen beneficios antioxidantes y antiinflamatorios. La búsqueda por hacer las verduras más sabrosas podría tener consecuencias no deseadas en su perfil nutricional. Es crucial encontrar un equilibrio entre el sabor y los beneficios para la salud.
Recomendaciones:
Realizar diferentes métodos de cocción para reducir el amargor sin eliminar sus beneficios.
Prefiere productos frescos y orgánicos cuando sea posible.
